sábado, 11 de febrero de 2012

Correr

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En estos últimos tiempos tan malos para el deporte debido a todos los problemas con el dopaje reconforta leer este libro tan auténtico, tan emocionante, la historia de un corredor real, un corredor de verdad.


Es el segundo libro que leo de Jean Echenoz. En el anterior Ravel puso en práctica por primera vez una especie de género literario consistente en narrar algún acontecimiento histórico, algunos datos biográficos reales pero narrados con aire novelesco. Es decir una especie de biografía novelada. Breve, cosa que se agradece además de ser interesante. Si con Ravel narraba un viaje que el famoso autor del mítico Bolero realizaba en barco a Nueva York sin más hehos destacables que la propia naturalidad con la que se desarrollaban pero contados de forma ciertamente atractiva, aquí viene a hacer lo mismo aunque abarcando la vida completa más o menos de Emil Zatópek, corredor olímpico que batió o diríamos fulminó varios records y se convirtió en héroe nacional.



"En los Juegos Interaliados de Berlín, en 1946, al ver de­trás del cartel de Checoslovaquia a un solo atleta desma­ñado, todo el mundo se ríe. Pero después, cuando en los cinco mil metros acelera sin parar y cruza la meta en so­litario, los espectadores estallan en un clamor. El nom­bre de ese chico que siempre sonríe: Emil Zátopek. En pocos años y dos Olimpiadas, Emil se convierte en inven­cible. Nadie puede pararlo: ni siquiera el régimen che­coslovaco, que le espía, limita sus traslados y distorsiona sus declaraciones. Emil corre contra su decadencia, y sonríe. Incluso en las minas de uranio adonde lo destie­rran porque ha apoyado a Dubcek. Ni siquiera Moscú puede pararlo. La nueva novela de Echenoz atraviesa cuarenta años de un destino excepcional y sin embargo misteriosamente parecido al nuestro. Y nos regala una escritura encrespada de esa impagable ironía que para Echenoz es sólo un pudoroso afecto".

«Nada es inven­tado. Pero no nos hallamos ante una biografía. Se trata, pura y simplemente, de una novela, vibrante, elíptica, irónica» (Nathalie Crom, Télérama)


«Una novela hipnótica… Echenoz nos describe la vida de Zátopek como la de un héroe trágico del siglo XX. La de un ciudadano sin ideología que fue victima de los grandes totalitarismos… El relato emociona por su capacidad de meterse en la piel del héroe. Sus dudas, sus tribulaciones, son las nuestra» (Miquel Molina, La Vanguardia).



«Se lee de un tirón porque es una novela magistral de ritmo e interés, medida en sus elipsis, que retrata a un personaje y a un deporte fascinantes, y que abarca una época donde vivir era enfrentarse a las sucesivas formas del horror y del espionaje» (Antón Castro, Heraldo de Aragón).




Ahora el autor acaba de publicar otro interesante libro, Relámpagos, sobre la vida -también novelada- del ingeniero Nikola Tesla. Habrá que echarle una lectura.