domingo, 24 de julio de 2011

Vila Matas y William Blake

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Hay algunas personas de mi entorno que me han dicho más de una vez: ¡tío, que libros más raros lees! Y sí la verdad es que estoy de acuerdo, al menos algunos libros de los que leo no son ni muy conocidos ni muy comerciales y también en algún caso ni muy buenos... Como es este que me ocupa. Aunque soy lector de Vila-Matas desde hacer tiempo sobre todo de sus ensayos, recopilaciones de artículos y no de su narrativa la verdad es que este me ha dejado perplejo y como si no hubiera leído prácticamente nada. El título es raro, ya lo sé. Pero si uno investiga y averigua que trata de la más o menos leyenda shandy sobre algunos importantes autores del pasado la cosa parece que prometía. Lo que ocurre que el libro -breve menos mal- se dedica a narrar cosas inconexas, increíbles sin saber cuales son verdad o cuales son leyenda y formando un batiburrillo del que he salido tal y como he entrado.

 La conspiración shandy o sociedad secreta de los portátiles fue fundada en 1924 en la desembocadura del río Níger y quedó disuelta tres años después, tras un espectacular escándalo, en Sevilla. Formaron parte de la conjura shandy, entre otros, Duchamp, Scott Fitzgerald, Walter Benjamin, César Vallejo, Rita Malú, Valery Larbaud, García Lorca, Pola Negri, Berta Bocado, Alberto Savinio y Georgia O?Keefe. Dos requisitos eran imprescindibles para formar parte de la sociedad secreta: junto a que la obra artística de uno fuera portátil, es decir, que no fuera pesada y pudiera ser fácilmente trasladable en un maletín, la otra condición era la de funcionar como una perfecta máquina soltera. Aunque no imprescindibles, se recomendaba también poseer ciertos rasgos que eran considerados como específicamente shandys: sexualidad extrema, espíritu innovador, ausencia de grandes propósitos, insolencia, tensa convivencia con el doble, simpatía por la negritud y nomadismo infatigable.




Poeta, pintor y filósofo inglés nacido en Londres en 1757.
Desde muy pequeño tomó cursos de dibujo y grabado en  las escuelas de Henry Pars y  James Basire,  explorando al mismo tiempo el campo literario con la lectura de  grandes poetas y escritores de la época.La marcada tendencia mística, producto de sus alucinaciones, quedó claramente expresada en su obra pictórica y poética, tal como se observa en su primera colección de poemas  publicados en 1783 como  "Poetical Sketches". Con la "Canción de inocencia" en 1789  y"Canciones de experiencia" en 1794,  el poeta quiso reafirmar su creencia sobre la fuerza creativa de la imaginación humana frente a la razón.Entre 1793 y 1818, escribió  un conjunto de poemas breves y una obra satírica, "Una isla en la luna", referente a su niñez.Falleció en medio de la pobreza en agosto de 1827


 


Proverbios del infierno 

En tiempos de siembra aprende, en tiempos de cosecha enseña
                  y en el invierno goza

La senda del exceso lleva al palacio de la sabiduría.

La prudencia es una fea y rica solterona cortejada por la incapacidad.

Quien desea y no actúa engendra la plaga.

El gusano perdona al arado que lo corta.

Sumergid en el río a quien ama el agua.

El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.

Aquel cuyo rostro no irradia luz nunca será estrella.

La eternidad está enamorada de las creaciones del tiempo.

A la atareada abeja no le queda tiempo para la pena.

Las horas de la locura las mide el reloj,
pero ningún reloj puede medir las horas de la sabiduría.

Ningún alimento sano se atrapa con red ni trampa.

En años de escasez, usa número, peso y medida.

No hay pájaro que vuele demasiado alto si lo hace con sus propias alas.

Un cuerpo muerto no venga injurias.

El acto más sublime consiste en poner a otro delante de ti.

Si el necio persistiera en sus necedades llegaría a sabio.

La necedad es el atuendo de la bellaquería, la vergüenza es
                      el atuendo del orgullo.

Las prisiones se construyen con piedras de Ley; los burdeles
                      con ladrillos de religión.

La altivez del pavo real es la gloria de Dios.

La lujuria del chivo es la liberalidad de Dios.

La ira del león es la sabiduría de Dios.

La desnudez de la mujer es obra de Dios.

El exceso de pena ríe; el exceso de dicha llora.

El rugir de los leones, el aullido de los lobos, el oleaje furioso del mar huracanado
              y la espada destructora, son porciones de la eternidad demasiado grandes
              para que las aprecie el ojo humano.

El zorro condena a la trampa, no a sí mismo.

El júbilo impregna; las penas engendran.

Dejad que el hombre vista la melena del león y la mujer el vellón de la oveja.

El ave un nido, la araña una tela, el hombre la amistad.

El egoísta y sonriente necio y el necio que frunce malhumorado el ceño han de considerarse sabios, y podrían ser medidos con la misma vara.

Lo que hoy está probado, en su momento era sólo algo imaginado.

La rata, el ratón, el zorro y el conejo vigilan las raíces; el león, el tigre, el caballo
            y el elefante vigilan los frutos.

La cisterna contiene; el manantial rebosa.

Un pensamiento llena la inmensidad.

Si estás siempre listo a expresar tu opinión, el vil te evitará.

Todo lo que es creíble, es una imagen de la verdad.

Nunca el águila malgastó tanto su tiempo como cuando se propuso aprender del cuervo.

El zorro se provee a si mismo; pero Dios provee al león.

Piensa por la mañana, actúa a mediodía, come al anochecer y duerme por la noche.

Quien ha sufrido tus imposiciones, te conoce.

Así como el arado sigue a las palabras, Dios recompensa las plegarias.

Los tigres de la ira son más razonables que los caballos de la instrucción.

Del agua estancada espera veneno.

Nunca sabrás lo que es suficiente a menos que sepas lo que es más que suficiente.

¡Escucha los reproches de los tontos! ¡Forman un título real!

Los ojos del fuego, las narices del aire, la boca del agua las barbas de la tierra.

El débil en coraje es fuerte en astucia.

El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer, tal como el león no
                         interroga al caballo sobre cómo atrapar la presa.

Quien recibe agradecido da copiosas cosechas.

Si otros no hubiesen sido tontos, lo seríamos nosotros.

El alma rebosante de dulce deleite jamás será profanada.

Cuando ves un águila, ves una porción de Genio: ¡Alza la cabeza!

Tal como la oruga elige las hojas mejores para depositar en ellas sus huevos,
el sacerdote lanza sus imprecaciones  para los más  dulces goces.

Crear una florecilla es labor de siglos.

La condena estimula, la bendición relaja.

El mejor vino es el más añejo; la mejor agua, la más nueva.

¡Las plegarias no aran! ¡Los elogios no cosechan!

Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.

La cabeza lo Sublime; el corazón, lo patético; los genitales, la Belleza;
         manos y pies la Proporción.

Como el aire al pájaro o el agua al pez, así es el desprecio para el despreciable.

El cuervo quisiera que todo fuese negro; el búho, que todo fuese blanco.

La exuberancia es belleza.

Si el león recibiese consejos del zorro, sería astuto.

El perfeccionamiento traza caminos rectos; pero los torcidos y sin perfeccionar son los caminos del Genio.

Mejor matar a un niño en su cuna que alimentar deseos que no se llevan a la práctica.

Donde no está el hombre, la naturaleza es estéril.

La verdad nunca puede decirse de modo que sea comprendida sin ser creída.

domingo, 17 de julio de 2011

¡Copiad Malditos!

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Todos nos hacemos preguntas sobre el tema de la SGAE, los derechos de autor, internet.. Este documental arroja luz sobre el tema y ayuda a formarse una opinión. Es muy interesante.


domingo, 10 de julio de 2011

Los libros y la muerte

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La verdad es que en los últimos años he leído algunos libros con el tema como eje principal de la obra. No es nada nuevo claro, pero creo que sí en este libros que junto por tener varias cosas en común. Los dos primeros los he leídos consecutivamente y los otros los saco a colación por haberlos leído hace algún tiempo y pertenecer a este grupo de libros de ensayo que tratan de una manera u otra el tema de la muerte.
El primero es el de Luis Mateo Díez. Me llamó la atención que fuera un breve -demasiado tal vez- ensayo sobre las impresiones que él tuvo en las repentinas muertes de dos familiares suyos muy allegados. Es un libro muy poético, antiguamente podría llamarse prosa poética.
Es una obra calificada por él mismo como su libro "más íntimo", en la cual abandona la ficción para rendir homenaje a sus familiares y seres queridos fallecidos. "El libro habla de pérdidas, de desapariciones y de cómo el tiempo luego, en cierto sentido, recompone, aunque yo pienso que la muerte puede entenderse pero jamás comprenderse", apunta.
La obra, que lleva por subtítulo 'La muerte de los seres queridos', ha sido para el académico "un libro de esos que pone en tus manos la vida, las propias circunstancias, la memoria personal y cuanto sucede a tu alrededor", y está escrito "desde la necesidad" tras sufrir en primera persona dos sucesos familiares trágicos: la muerte de su sobrina Sonia y de su cuñada Charo.
Es precisamente la primera, la fotógrafa Sonia Díez, quien protagoniza la parte más amplia del libro. "Necesitaba indagar en su vida, intentando descubrir algo que explicara el misterio de su desaparición. Esa labor para mí ha sido muy consoladora", explica. Ella es quien esconde el origen del título, extraído de un poema de Georg Trakl que le gustaba mucho (titulado 'Sonia', arranca con los versos: "Vuelve el anochecer al viejo jardín; la vida / de Sonia, azul serenidad. Migración de aves silvestres en otoño; / árbol desnudo y serenidad"), y una de sus fotografías es la que preside además la portada, "una metáfora maravillosa de los frutos de la vida".
El libro, según apunta el autor, "contiene un homenaje a esos seres queridos que todos hemos perdido, y que están anónimamente esparcidos en el más allá, sin remedio. Muchas veces hasta participan ya de nuestro olvido; la memoria se diluye pero siempre está la huella de lo que fueron en el corazón".
"Necesitaba entender lo que había pasado y andar un cierto camino de comprensión". Por ello, el creador del universo de Celama afrontó el que para él es "uno de los principales retos de la novela contemporánea: contar no ya la vida, sino el sentido de la vida". "Está escrito además desde lo personal, pero con un sentido consolador y que pueda atañer a todos. La idea es que cualquier lector pueda ver reflejados sentimientos, afectos o tribulaciones de lo que ha sucedido en su vida. Tiene mucho que ver con mis temas habituales, sobre todo con las pérdidas y las desapariciones, que es de lo que yo he escrito siempre, en este caso desde una dimensión más particular, más personal y más comprometida con mi propia historia", detalla.




Azul serenidad' surgió fruto de "una primera necesidad ligada a ese desconcierto y a ese golpe terrible que es la muerte inesperada", tras la cual las palabras plasmadas reposaron en el papel "remansándose". Ahí surgió la idea de hacer un recuento de los seres queridos fallecidos, "en un intento de dar algún tipo de consistencia a lo que fue el destino de sus vidas. De eso trata el libro".
"Me costó mucho decidirme, lo escribí con mucha naturalidad y luego lo he dejado reposar para que se enfríe. Ha pasado tiempo hasta que me he decidido a publicarlo, aunque tenía muchísimos requerimientos. La razón fundamental que me animó fue que la gente que lo fue leyendo me dijo que éste es un libro que puede resultar muy consolador para cualquiera. No es una de esas obras que realizan incursiones terribles con una visión desesperada de las cosas; tampoco con resignación cristiana, porque yo no la tengo; pero sí propone una reflexión sobre las desapariciones que nos conciernen en lo pequeño, en lo inmediato, en lo cotidiano".





En su más reciente viaje a Sri Lanka, el maestro de yoga y orientalismo Ramiro Calle contrajo una rara enfermedad que estuvo a punto de costarle la vida, pero que a la vez le proporcionó la oportunidad de replantearse su existencia y reinventarse a sí mismo. Esta obra es el relato de esa reciente y durísima odisea personal.

Relatado a modo de diario sin artificios el libro se lee con inquietud e interés. Esa rara enfermedad que casi le cuesta la vida le lleva a estar ingresado en La Paz donde tiene la oportunidad de tratar tanto con gente buena que le acompaña, le trata y le cuida con afecto como que también tiene que tratar sin más remedio con el despotismo, la altivez y la poca compasión con la que tratan a los pacientes muchos empleados de la medicina.
 
             

Es un libro muy interesante aunque apena comprobar lo sufrido por el autor pero que también consuela comprobando la manera en que pudo y quiso salir de todo aquello tanto él como las personas que le quieren y le ayudaron. Es desde luego un libro también sobre la muerte. En este caso sobre la cercanía de la muerte, como la vive una persona que está a punto de morir y como mira la vida que aún tiene alrededor.


En este cuadrado incluyo los otros libros que he leído y que tienen que ver de forma directa con la muerte.

domingo, 3 de julio de 2011

¿Cuanto pesa un edificio de autor?

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Estupendo documental sobre el genial arquitecto. A nivel humano se retrata una personalidad arrolladora como no podía ser menos. Y sobre su obra la película retrata sus edificios de una forma bellísima (la genial fotografía es obra de mi compañero de muchos años Valentín Álvarez) y la música siempre interesante de Joan Valent. Recomendable documental que se ve  y se disfruta como si se estuviera en un museo.



A diferencia del anterior (vaya sesión de tarde de documentales de arquitectura) este sería como si dijéramos menos película, más documental de National Geographic a pesar de estar dirigido por Sidney Pollack. Quiero  decir que el documental de Foster tiene un acabado tanto visual (incomparable el trabajo fotográfico) como el de estilo. Si el de Foster merece un tratamiento de imágen de alta calidad debido al personaje y a la obra de un autor de gran altura también debían haberlo hecho los autores de este otro reportaje podríamos decir más que película cinematográfica. A pesar de esto el documental se deja ver sobre todo porque los edificios de Gehry son extraordinarios y el proceso de trabajo está muy bien retratado. La relación con sus ayudantes, el trabajo con las maquetas, los clientes... Entre las muchas diferencias que existen entre uno y otro film está la de que en este segundo el director entra más que en el otro en el terreno particular, quizá demasiado cuando saca al terapeuta del arquitecto y no habla mucho de su infancia o formación.  Aunque los dos arquitectos son interesantes gana por goleada la película de Foster.