jueves, 30 de diciembre de 2010

lunes, 27 de diciembre de 2010

Yuste

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Recuerdo que varios de los profesores de música con los que estudié en la escuela de música de Algete me decían que una de las experiencias más importantes que podría vivir un músico o un aficionado a la música era la cantar/tocar en grupo, cantar en un coro en concreto. Lo decían porque les parecía una experiencia única, una manera de compartir el sentimiento musical, vivir acompañado la experiencia vital de la música. Yo ya había hecho mía esa frase antes, cuando canté durante estos últimos años con diversos coros o toqué la guitarra con diferentes grupos y la verdad es que sí, tenían toda la razón y en verdad es una experiencia única. 



Quizá por eso me apunté a cantar El Mesías cuando me lo comentaron que buscaban voces en el coro del Ceu para formar un coro específico y cantar El Mesías en el Monasterio de Yuste y después en otro lugar emblematico de Madrid. Y es que verdaderamente se convierte en una experiencia vital. Primero los ensayos normales, donde además de practicar se aprenden cosas interesantes como las que comenta el director durante los ensayos, cosas relativas a la técnica musical o cosas relativas a la historia de la música o la historia concreta de El Mesías de Handel. 



Después llegaron los ensayos generales, con la orquesta y aquello se ponía serio, se notaba que la cosa iba para delante y aquello se tornaba profesional.


Hasta que llegó el gran día. Un viaje en autocar. Un viaje en autocar une mucho, hay tiempo para charlar, mirar por la ventanilla y ver como pasan los árboles, leer y pensar, meditar. Un viaje une mucho, a los demás y con uno mismo. Un viaje exterior tiene mucho de viaje interior, de introspección,. Si además ese viaje es a un monasterio a cantar una de las obras más importantes de la música sacra pues como que se tiene la sensación de que uno va hacia algo importante, fuera de lo habitual, algo que quedará para siempre.

Durante estos días he hecho algunas fotos que he colgado en un álbum público que cualquiera del coro y la orquesta  puede ver, bajarse y guardarlas de recuerdo. Esta es la dirección.  

También grabé con una minigrabadora de audio gran parte de la obra. Con la ayuda de mi hijo Luis subo un montaje de las fotos con la música de fondo de la tercera parte de la obra con el bis incluido.


domingo, 19 de diciembre de 2010

El Mesias Participativo de La Caixa

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 Este pasado martes y miércoles fueron los conciertos de El Mesias de La Caixa. Fueron estupendos aunque a decir verdad en cada uno de ellos hubo un par de fallos, sobre todo en el segundo que fué bastante evidente, espero que no tanto para el público. Una descoordinación en una entrada, ya no recuerdo cual, fué brutal, la gente se desconcertó durante un par de segundos y salió mal. Bueno, el resultado general fué bueno.









Mis compañeros de la derecha eran tenores y gente simpatica con los que lo pasé muy bien.


A mi izquierda gente asidua de otros años a la que da gusto volver a ver.


Lo que realmente era impresionante era fijarse en el coro pequeño, dos coros de cámara extraordinarios que solo ellos eran capaces de proyectar la voz como si fuera un coro más numeroso. 


 Como la obra tenía bastantes tiempos donde estábamos sentados había tiempo para dos tipos de cosas. Por un lado escuchar la música de un forma tan directa -estaba justo en el centro de la sala- entrando en una especie de estado de calma interior y de disfrute de la música como pocas veces tengo ocasión de disfrutar y por otro lado había momentos más realistas y cotidianos donde me ponía a contar cuantos de los de delante del coro francés eran calvos, cuantas veces bebían agua, etc.



Quedaban pendientes estas fotos de los ensayos en el colegio de médicos, donde el maestro Biondi no sólo dirigió sino que dió unas cuantas clases magistrales que quedarán ahí ya para siempre.


Además es un tipo simpático y natural. Después comprobaría lo que ya sabía: que me había hecho una foto con un genio de la música cuando lo ví dirigir en el Auditorio.


También se hizo una foto con mis compañeros ya de varios años los hermanos Hernando.

Comprobé que tenía la partitura tan llena de tachones y marcas como cualquiera, sólo que la suya parecía una edición muy antigua y contenía la interpretación de un gran maestro.



La verdad es que fué como siempre una muy grata experiencia. Cuando se publique esta entrada estaré en el autobús camino de Yuste donde volveré a cantar El Mesías, esta vez con otro planteamiento también muy interesante. Pero eso será otra entrada.
Este es el video que grabó La Caixa. Queda pendiente el que grabó Telemadrid y que parece ser que emitirá el día de Año Nuevo.




lunes, 13 de diciembre de 2010

El Mesías 2010

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Ayer fué el ensayo general del El Mesías. Estuvo grabando Telemadrid y nos dijeron que hoy martes saldrá un reportaje en el programa Madrid Directo que comienza a las 17.50.
También nos dijo la organización que el concierto de hoy martes lo grabarán  íntegro para emitirlo casi con seguridad el día 1 de enero después del Concierto de Año Nuevo. Un lujo.  De todas formas se confirmará.


 El ambientillo.


 El director Fabio Biondi es un crack. Dirigió el ensayo en inglés, francés, español e italiano.



 Instrumentos antiguos. Reproducciones de como eran los de la época de Handel.









 

Esto es para avisar de las grabaciones. Volveré a hacer una entrada más detallada.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Este Sol de la Infancia

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Toda obra de teatro, libro, video o artículo que trate sobre la figura de Antonio Machado en principio me interesa. Por eso fuimos Maria Isabel y yo a ver esta curiosa obra de teatro a la sala independiente La Puerta Estrecha. Llegamos un poco antes de tiempo y dimos una vuelta por el barrio de Lavapiés al que hacía tiempo que no iba y me sorprendió cual paleto de provincias el ambiente entre cosmopolita y tirando a peligrsosillo que se respiraba por alguna de estas estrechas calles. Cuando llegó la hora de entrar fuimos al hall del teatro donde nos reunimos alrededor de veinte personas -quince decían que era el aforo- y una vez cerraron las puertas comenzó una representación como digo muy original. Apareció una actriz vestida de asistenta de la pensión donde pasó los últimos dias Machado. Se dirigió a nosotros y nos contó que íbamos a entrar a la pensión e íbamos a recorrer las estancias de la casa en una especie de visita a la pensión de aquellos días. Entramos en silencio en la primera estancia y vímos a la madre del poeta metida en la cama, respirando con dificultad. Se levantó y comenzó a hablar sobre la situación en que vivían.


Al cabo de un rato se nos pasó a una estancia siguiente que resultó ser la cocina y allí nos sentamos todo el público y asistimos a varias escenas con ella y también aparecieron después unos milicianos. Teníamos una agradable sensación. Estábamos asistiendo a una representación teatral, pero la forma era desde luego original. Los actores pasaban a nuestro lado, miraban hacia nosotros como si no estuvieramos alli. Después en un pasillo apareció la figura de Don Antonio Machado. Tanto el actor que interpreta a Machado como algún otro son argentinos y si no me equivoco residentes en España desde hace años. Lo digo porque los grandes actores argentinos suelen dominar este tema del acento y en el caso de representar a Machado creo que debían haber hablado con el más puro castellano que pudieran. De hecho sé que estos actores llevan años en España porque ya hace mucho cuando mis hijos eran pequeños los llevé a alguna representación de su compañia La Pajarita de Papel con el actor y director argentino Rodolfo Cortizo.



Recorrimos un pasillo hasta llegar a una estancia que sería algo así como un salón comedor donde además había un pequeño escenario y allí se representó la mayor parte del resto de la obra. El ambiente era lúgubre, triste, sobrecogedoramente realista. Evocaciones sobre los últimos días del gran poeta, la desgracia de que fuera de esa manera, en la pobreza, en la distancia de su tierra. La obra es muy recomendable aunque muy dura. Durante la representación se me pasó por la cabeza que aquello que estaba viendo era susceptible de llevarse a la pantalla en forma no ya de corto sino de mediometraje, tal era su duración de aproximadamente una hora. La verdad es que ya estaba montado gran parte de lo necesario para rodar: un decorado, actores, la historia, pero luego pensé que además de que la historia no solo es triste sino que se acerca a lo deprimente, no estoy seguro que funcionara fuera del ámbito teatral. Por otro lado también enseguida vinieron a mi mente todos los demonios del cinematógrafo (los actores son odiosos, hay que darse palizas de horas de rodaje...) y lo dejé pasar como tantas veces. Cuando terminó la representación los actores salieron de escena y volvió la mujer del principio que nos había dejado solos, la asistenta y nos acompañó a la puerta. Nos dijo que únicamente habíamos recorrido una casa vacía desde hacía mucho tiempo y llena de recuerdos. Los actores no salieron a saludar. La sensación fué extraña. Al fin y al cabo no asistimos a una representación teatral sino a una visita a una pensión histórica, a una casa vacía, llena de recuerdos... y de fantasmas.



Pensión Quintana de Colliure en la actualida.