martes, 29 de junio de 2010

Rafael Calderón

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Rafael Calderón, primer español con síndrome de Down que logra el Grado Profesional de Música

Comenzó su andadura en el terreno musical a la edad de once años, en la Banda Juvenil de Música “Miraflores-Gibraljaire” de Málaga. Inició sus estudios musicales en el Cconservatorio Manuel Carra de Málaga, donde acaba de graduarse. A pesar de jugar contra la historia, Rafael ha conseguido unir la imagen de la música a la de una persona con síndrome de Down: es la primera en España que obtiene el Grado Profesional de Música. Y lo ha conseguido porque, como él dice, “al Down no hay que darle más importancia”.
La trompeta es su instrumento y entre ellas la gama de la marca Yamaha su favorita. Se considera una persona igual que el resto, con paciencia, valentía y constancia. Para él lo más importante no es ser el primero, sino “uno más”: es lo que le permite “sentirse agrupado”. Dice que la música le persigue y él a ella: “La música es mi vida”.
No fue fácil. La familia tuvo que recurrir al Defensor del Pueblo para solicitar su ingreso en los estudios elementales porque superaba la edad reglamentaria. Un obstáculo más que resolvió con éxito. De eso hace ya 12 años, el tiempo que lleva formándose en el Conservatorio Manuel Carra de Málaga. Un periodo en el que ha sacado adelante el colegio primero y el instituto después, compaginándolos con las clases particulares, el conservatorio y la banda de música. «A veces estaba agobiado, pero con paciencia todo se consigue», cuenta.
Paciencia, «constancia y ganas de aprender», remarca José Antonio Aragón, profesor de Trompeta y tutor de Rafael, que buscó estrategias metodológicas para poder llegar al joven y sacar el máximo partido de su capacidad musical. Esos valores y su simpatía le han valido «el respeto» de todos en el Conservatorio, tal y como apunta la profesora Nuria Aragú. «Sus habilidades sociales son admirables».

Su relación con la trompeta es muy especial. Ha participado en múltiples conciertos y certámenes con la citada banda, y en la actualidad ha comenzado a explorar sus posibilidades en solitario. Sus últimas intervenciones: un solo durante el concierto de celebración del 30 aniversario de su agrupación musical en la Diputación de Málaga, tocando “Cuadros de una Exposición”; una Conferencia-Concierto en la Universidad de Málaga, en la que interpretó el Bolero de Ravel, la Sonata de Hubeau y el 1er Movimiento de Hummel; y el concierto de clausura en un acto de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía (Sevilla), en el que interpretó esta última obra.
El siguiente paso es el ingreso en el Conservatorio Superior de Música de Málaga, para lo cual va a tener el privilegio de contar con el magisterio de Benjamín Moreno, trompeta solista de la Orquesta RTVE y artista Yamaha.

domingo, 20 de junio de 2010

Robert Frost

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Robert Lee Frost nació en San Francisco, California, el 26 de marzo de 1875, aunque es frecuente dar con notas biográficas señalando que nació el mismo día del año anterior. Ni la madre ni el padre pertenecían al Oeste: ella, maestra, aficionada a la lectura y escritura de versos, era escocesa emigrada de Edimburgo; él, newenglander de varias generaciones, puritano, había dejado Massachusetts a raíz de los malos efectos de la Guerra Civil en la economía regional. Los primeros años de la vida del pequeño Robert Lee transcurrieron, junto a su hermana Jeanie, como los de cualquier niño ciudadano de San Francisco, excepto porque en el hogar persistía la tradición puritana. Muerto el padre en 1885, madre e hijos se trasladan al Este y establecen en Salem, New Hampshire. De modo que a los diez años nuestro poeta tuvo una primera impresión del paisaje rural y el habla de los hombres simples de Nueva Inglaterra; el amor al color local yanqui y la fidelidad a ese amor, que llegarían a distinguir universalmente su poesía, tuvieron que ser, tras una experiencia inicial urbana del otro lado del continente, como quien dice, adquiridos.

Estudió en Harvard, pero no se graduó. Contrajo matrimonio en 1895 con Elinor White, madre de sus seis hijos (dos de los cuales habrían de morir en la infancia).

Fue maestro, fabricante de zapatos y reportero, hasta que en 1900 adquirió una granja en Derry, New Hampshire, y se dedicó a la avicultura. Por entonces la poesía no era más que un pasatiempo, tal vez un modo de consuelo ante enfermedades crónicas que lo postraban. Como viera hacia 1912 que la tendencia a no prosperar económicamente era irreversible, vendió la granja y cruzó el Atlántico con su familia, estableciéndose en un pueblo de Inglaterra llamado Beaconfield. Cultivó la amistad de los poetas Lascelles Abercrombie, Edward Thomas, Wilfred Gibson y Rupert Brooke. En Londres conoció a Pound y consiguió que un editor -David Nutt- se interesara por su colección de poemas A Boy's WiII, que había sido desestimada por algunas editoriales estadounidenses. El libro apareció en 1913, Y ai año siguiente apareció el segundo libro, North of Boston, también costeado por Nutt. . 



Atemorizado por la Primera Guerra, Frost regresó a su país en 1915. El editor Henry Holt, de New York, había publicado el año anterior North of Boston, el cual había tenido una excelente acogida en un vasto público. De manera que cuando Frost llegó, comprobó con gran sorpresa que era famoso, que tenía más lectores que ningún otro poeta contemporáneo de los Estados Unidos. Al año fue elegido miembro del Instituto Nacional de Artes y Letras; tan pronto como su poesía comenzó a ser estudiada en los colegios, comenzó a recibir invitaciones para dictar conferencias. En 1924 recibió el primero de los cuatro premios Pulitzer que le fueran otorgados; en 1930 fue elegido miembro de la Academia Americana. Suman más de medio centenar las instituciones que le concedieron títulos honoríficos, incluidas las universidades inglesas de Oxford y Cambridge. Frost terminó siendo, como dijo Yvor Winters, "lo más parecido a un poeta laureado, un poeta nacional". El Senado festejó sus setenta y ochenta aniversarios, los medios de comunicación lo consultaban acerca de los "grandes temas", sus poemas se transcribían en almanaques y posters, etc. Murió el 29 de enero de 1963. 


El camino no elegido

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
hasta donde se perdía en la espesura,
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requiería uso,
Aunque en cuanto a lo que ví allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.

jueves, 17 de junio de 2010

El pasado día del padre

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Se me había pasado y quería colocarlo aquí en el blog. Estos regalitos/regalazos me hicieron por el pasado día del padre.
 



domingo, 13 de junio de 2010

I believe in Lost

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   Voy corriendo por un camino que va de Algete a Daganzo, son las nueve de la mañana y comienza a hacer calor. Veo que de entre los matorrales sale una liebre y se para delante de mí. Yo me paro, ella me mira y yo a ella, comienzo de nuevo a correr y ella se vuelve a meter entre los matorrales. Sigo corriendo, no puedo con mi alma. Cargo con varios kilos de más y no estoy en buena forma. El paisaje es árido y seco, nada que ver con una frodosa isla. Por mi cascos suena la música de Hooverfonic, en algún momento algo misteriosa. Me cruzo con un señor calvo con mochila, me sonríe al pasar. También veo a una chica enbarazada con un perro color canela. Meto la cabeza debajo de una fuente no vaya a ser que se me halla ido la cabeza. Tan solo hace veinticuatro horas que he visto el último capítulo de Lost.

   Hace ya seis temporadas que comencé a ver Lost. Ahora la vida, el tiempo, no se mide por años o meses sino por temporadas ¿en qué temporada vives? pues yo estoy terminando mi tercera temporada de Lost, la quinta de Los Soprano y la cuarta de Medium. Ah, pues yo... Nuestra vida en temporadas de series.
   Lo que comenzó como una serie de puro entretenimiento -alguien fué pasando por el trabajo el pack de deuvedés de la primera temporada- ha terminado siendo algo mucho más complejo, desconcertante y finalmente satisfactorio. Al principio la sorpresa del accidente, los primeros esbozos de como eran los personajes, elementos extraños en la isla, la cosa se fué complicando, pero seguía el divertimento. En la quinta temporada fué cuando realmente empezó a circular la idea de que los guionistas bebían y fumaban porros más de la cuenta mientras escribían, ya que ocurrían cosas demasiado extrañas y sobre todo que no se comprendían, al menos yo. Bien es verdad que no puedo entrar en grandes detalles porque así a pelo no recuerdo demasiadas acontecimientos pasados en la serie; otra cosa es ponerse a hablar con personas que también la han visto y empezar  a recordar... empezar a recordar... comprenderlo todo. Como lo he comprendido todo en el último capítulo. Está bien claro -nos desvelaré el final por supuesto- pero está bien claro. Lo que se me aclara además de casi todas las historias y el porqué de casi todo es que Lost no es una serie cualquiera, yo diría que no es una serie, sino una secta, una religión, se cree o no se cree en Lost, si se tiene fe no hay porqué entenderlo todo. Aunque como en cualquier religión también se pueda creer solo un poco o ser un fanático.  Lost es una historia en la que hay que creer. Yo reconozco que hacia la mitad de la quinta temporada me alejé un poco de la luz pero al final he vuelto al redil. Me he vuelto creyente, el más creyente. Lloré en el último capítulo, lo comprendí todo y dije así será.
   He vuelto a salir a correr por el mismo camino que el otro día y ya no he visto osos, humo ni he oído ruidos extraños. Creo que tendré que comenzar a ver de nuevo Lost.







domingo, 6 de junio de 2010

Un viaje de miles de kilómetros

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Este libro es la historia de un sueño, de un viaje efectivamente de miles de kilómetros, una historia de voluntad, de esfuerzo. Aunque se trate de la historia de un niño prodigio de la música, por tanto un caso extraordinario al que pocas personas puedan asemejarse por una cuestión propiamente de naturaleza creo que este es un libro que deberían leer todos los estudiantes, todos los jóvenes, todos los adultos, todos los padres, en definitiva cualquier persona que se emocione con una historia de esfuerzo personal y además mucho más entretenido que cualquier libro de autoayuda o el llamado crecimiento personal new age tan de moda durante algún tiempo.
Lang Lang le cuenta a un periodista que traslada de forma más que entretenida la historia de su vida. De su por ahora corta vida, ya que este músico nació en 1982 en China. Comenzó a tomar lecciones de piano a la edad de tres años y con cinco ganó el Concurso de Piano de Shenyang y tocó en su primer recital público.


A la edad de 11, ganó el primer premio por la actuación artística destacada en el Cuarto Concurso Internacional de Jóvenes Pianistas en Alemania. En 1995, a los 13 años de edad, tocó completos los 24 Estudios de Chopin en el Pekín Concert Hall y ganó el primer premio en el Concurso Internacional de Jóvenes Músicos de Tchaikovsky en Japón, donde tocó el Concierto para Piano n.° 2 de Chopin con la Orquesta Filarmónica de Moscú en un concierto retransmitido por la cadena de televisión NHK. A los 14 aparece como solista en el concierto inaugural de la Sinfónica Nacional de China, retransmitido por la cadena CCTV y a la que acudió el presidente Jiang Zemin. Al año siguiente comenzó a estudiar con Gary Graffman en el Instituto Curtis en Filadelfia. A partir de entonces no ha parado de dar conciertos por todo el mundo junto a las orquestas y directores más importantes del panorama internacional.


Pero efectivamente en este estupendo libro no sólo se habla de sus éxitos (que son quizá el final del libro) sino también de fracasos y sobre todo de el gran esfuerzo que supone para una persona tocada por la divinidad para hacer algo extraordinario en el mundo. El esfuerzo también de sus padres, que conscientes del gran talento del niño lo dan todo por él. Su madre vivirá separada de él durante algunos años mientras el padre y el chico malviven en una China hostil donde no se lo pondrá nada fácil. En China hay millones de niños que estudian música, miles que son muy buenos y unos cuantos prodigios. Entre éstos la lucha es feroz y sólo la intervención de gente desinterasada y buena ayudarán a Lang Lang y a su padre a conseguir sus objetivos. Estupenda lectura.



Lang Lang cuenta que de niño vió por televisión un corto de Tom y Jerry que le fué de lo más inspirador además de divertido. Lo he buscado y aquí está. Merece la pena verlo.

 



Buscando información por internet sobre este impresionante pianista me encontré con un video que me sorprendió o más bien me desagradó, aunque creo interesante ponerlo en este post para ilustrar la historia de Lang Lang. Aunque detesto el programa hecho por y para el presentador Pablo Motos El Hormiguero, paradigma de la televisión basura con pretendido humor,  todavía me resulta aún más despreciable que en semejante programa donde se desperdicia la presencia de buenas personalidades de la actualidad y la cultura con entrevistas vanales y sin gracia y donde su conductor aprovecha cualquier momento para enseñar sus abdominales o sacar la guitarrita y poner un par de acordes, merece la pena ver este video donde Lang Lang demuestra tener sentido del humor y para promocionar su disco y gira accede a ir al final (a los últimos y precipitados minutos) de semejante programa donde aparecen unos grotescos Pablo Motos y Enrique San Francisco, que no sólo no le hacen una mínima entrevista sino que lo que dicen y hacen suena a chufla y a desprecio por tan interesante presencia.