viernes, 30 de enero de 2009

Muere uno de los grandes grandes

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Muere John Martyn, hombretón física y musicalmente. Con una discografía extensísima de muchos años trabajando sin parar sin ser popular al menos como le hubiera correspondido por su talento y obra. Como dicen en El País ha muerto a la edad impropia de 60 años. Es verdad que es una edad impropia. Ninguna edad es buena sin duda, pero esta es rara de vedad... Tampoco él lo facilitaba mucho ya que andaba siempre por el filo de las adicciones peligrosas. Menos rota que la voz de Tom Waits la de Martyn era una voz grave y profunda y practicaba un género realmente especial, lo que muchos han denominado como folk-blues. Desarrolló una forma de cantar inspirada en el timbre y la expresividad del saxo tenor. Se puede decir claramente que Martyn era un músico de culto, él lo sabía y no parecía importale mucho ni a los amigos con los que colaboraba como Eric Clapton o Phil Collins. Lo más cerca que estuvo de conseguir un éxito popular fué en 1973 cuando sacó Solid Air dedicado a su amigo Nick Drave quien aparecería muerto por sobredosis al año siguiente. Es la canción que aparece en el video de youtube que he colgado a continuación. Durante años he escuchado sus discos melancólicos y algo sombríos pero de una indudable belleza. Me ha entristecido su muerte Martyn era además de cantante un formidable y brillante guitarrista, todo lo contrario a como se desarrollaba su vida personal. "Quienes le conocieron aseguran que su divorcio, a finales de los setenta, alteró su débil equilibrio psíquico. Martyn, que nunca siguió una carrera profesional demasiado lineal, apretó el botón de la autodestrucción" En el álbúm The Church with one bell de 1998 versioneó a artistas tan dispares como Billie Holiday, Elmore James, Ben Harper y Portishead. Ya por esos años su salud estaba bastante mermada y una infección en la pierna se sumó a sus desdichas teniéndole los médicos que amputarle una pierna. Los últimos conciertos los realizó en silla de ruedas.



domingo, 25 de enero de 2009

bloguerias de domingo

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Vistos los periódicos del domingo, incubando una gripe y con poco interés por la prensa me llaman muy pocas casas la atención.


Esta es la foto gandora del premio de fotografía del semanario Magazine, seleccionada entre 35.000 fotos presentadas.


Francesc Jordan Figueras (Paris)
¿darwin o punset?

"Si desplegáramos la corteza cerebral que nos envuelve, daría para fabricar un mantel de una mesa pequeña. Y en ese mantel estaría todo el control de nosotros mismos y control del universo"

Leo también que Ramoncín es tertuliano de un programa de popular tv. qué cosas.

domingo, 18 de enero de 2009

Con un par... de ovarios

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Hay que tener mucho valor para actuar como lo hace esta mujer.



Nadie va descubrir ahora el valor y la valentía de cualquier mujer, tanto en la paz como en la guerra a lo largo de la historia. Pero resulta impresionante observar la valentía de esta mujer palestina frente a las armas de los soldados israelíes. No es una imagen reciente del conflicto de Gaza, son de al parecer hace un año, editadas por una cadena coreana, pero merece la pena verlas porque son impresionantes en cualquier momento.



La poesía no está de moda ¿pero alguna vez lo estuvo?




Acabo de leer este fabuloso libro de poesía, aunque no está escrita en verso y la verdad es que no sé muy bien si es poesía o no. O si es aquello que antiguamente se llamaba prosa poética, textos que tan bien escribía Umbral sobre todo cuando era joven. Aunque qué más dá. Es un libro evocador de la infancia, de como transcurría el tiempo en esa época de la vida, sobre todo en verano, las tardes de verano... La edición de Pre-Textos es una maravilla, el papel, la tipografía, un libro hecho con mucha sensibilidad no solo en el contenido, sino que cogerlo entre las manos es también parte del proceso creativo de los autores.
Reproduzco un pequeño extracto.

¡Que anchas eran las tardes! Se perdía uno en ellas. Estaba el cielo alto sobre el patio, o el jardín, la tarde, como el mar en los mapas, llenándolo todo de azul, y nosotros como barquillos en el mar. No sabíamos donde ir, ni en qué quedarnos, ni para qué. Subíamos a los corredores o bajábamos al jardín y nos quedábamos junto a la fuente, metíamos la mano en su agua, oíamos los gorriones, quizá cruzaba un palomo, o caía una campanada. Por la calle, nadie. Porque los que pasaban a diario acababan por no ser nadie, ser un poco más de aquel silencio, tan grave, de la tarde.
Y uno andaba vacío, de acá para allá, sin tener donde asirse, vanamente; de acá para allá, esperando con vaguedad la llegada de algo sobre la tarde, tan ancha, tan serena e impenetrable.

Son unos textos realmente hermosos para leer tranquilamente en un sillón, en una tarde de invierno, en la cama poco antes de dormir con algo de música tranquila de fondo. Hay poesía más críptica, más difícil de descifrar y que cuesta más entender. Ese tipo de textos la verdad no me gustan. Pero luego hay otros autores, como Muñoz Rojas, que escriben desde la aparente sencillez, textos diáfanos que llegan a mi modo de ver más directamente al alma. Qué maravilla.

domingo, 11 de enero de 2009

Un vikingo en New York

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Hace poco a conocí la historia de este personaje a través de la columna de Rosa Montero en El País dominical. Lo leí con detenimiento y después a través de internet consulté toda la información que pude sobre él. Me llamó poderosamente la atención. De antiguo tengo gran interés por los personajes estrafalarios y a veces me interesa más la figura de un autor que la de su obra. Me parece más interesante su vida que su obra. En este caso me interesan las dos cosas. Un hombre vestido de vikingo apostado en una esquina de la sexta avenida durante años, de forma voluntaria, como si tal cosa. Moondog era el pseudónimo de Louis Thomas Hardin (1916-1999)



Moondog decidió apartarse de la sociedad viviendo voluntariamente en las calles de Nueva York durante veinte de los treinta años que pasó en la ciudad. Vestía ropa que confeccionaba él mismo basándose en su propia interpretación del dios nórdico Thor, por lo que fué conocido durante años como "el vikingo de la sexta avenida".


También era músico y se convirtió en uno de los más célebres músicos callejeros de la ciudad. Fué compositor e inventor de instrumentos musicales. Sin embargo la música y el talento de Moondog no fué apreciada por el público hasta los últimos años de su vida. Construyó instrumentos originales de percusión con los que tocaba en la calle.


Era ciego, debido a que de pequeño le explotaron unos cartuchos de pólvora de forma fortuita. Músicos y estrellas de la época buscaban su compañía y respeto, como Leonard Bernstein, compositor y director de la Filarmónica de Nueva York y también era amigo de grandes músicos de jazz.


Nació en un pequeño pueblo de Arkansas llamado Marysville y al quedarse ciego decidió dedicarse a la música manejando dos conceptos claramente: el contrapunto y los ritmos indios del noroeste de los EE.UU.


Partiendo de estos dos elementos, y añadiendo a la receta bastantes gotas de misticismo esotérico y germánico, el inclasificable Moondog, dio vida a más de mil quinientas composiciones en las que hay absolutamente de todo, o de casi todo para ser exactos: temas de orientación jazzística, músicas concebidas para sonar en plena calle, o para hacerlo interpretadas por orquestas cercanas a lo exigido para las composiciones llamadas clásicas, o temas con estructura e inspiración semejante a los madrigales, etc..., pero todo formando parte de una obra nacida para transgredir lo transgresor.

He encontrado en internet prácticamente toda su discografía y la estoy escuchando estos días también mientras escribo esto y he de decir que es una música especial, adelantada y no me extraña que músicos como Terry Ripley, Philip Glass y demás minimalistas reconozcan su influencia. No me extraña que le admiraran ya que Moondog sostenía que su ambición como compositor era conseguir "el arte de esconder el arte, el máximo efecto con los medios mínimos.


Moondog murió en 1999 a los 83 años, pero sus discos todavía se editan y se distribuyen. Acaban de publicar una biografía sobre él. A pesar de ser ciego y raro debía tener tirón con las mujeres pues se casó dos veces, tuvo una hija y mantuvo varias relaciones sentimentales estables.










Mi respeto hacia Moondog. Mi admiración a personas que viven su vida completamente. Libres, originales, diferentes, aportando algo nuevo al mundo. Este blog va sobre cosas que me parecen interesantes, sobre personas que me lo parecen y que han pasado por el mundo haciendo algo fuera de lo común. Moondog lo hizo. Vaya mi admiración y mi respeto.



martes, 6 de enero de 2009

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domingo, 4 de enero de 2009

Bartlebys del mundo uníos

2 comentarios:

Vila-Matas se ha ocupado en recopilar historias y anédotas sobre escritores que por diversas razones han dejado de escribir después de publicar libros importantes y tener más o menos reconocimiento. Todos tienen en común el haber dejado de forma radical de escribir. Como punto de partida me atraía la idea. Sobre algún caso ya era conocida alguna historia, como por ejemplo la de J.D. Salinger conocido por una obra que ha sido sobrevalorada y poco leída (aunque mucha gente diga que sí la ha leído) que es El guardíán entre el centeno. Aunque escribió alguna obra más dejó de escribir y se recluyó cual monje y originando una serie de raras historias sobre su retiro y sobre su extraña personalidad. La historias que rastrea Vila-Matas son a cual más interesante. Los extraños últimos días de locura de Guy de Maupassant, B. Traven, el enigmático escritor de El Tesoro de Sierra Madre, el poeta Rimbaud... El libro habla de los que dejan de escribir e investiga sobre los motivos que cada uno de ellos pudo tener para dejar de hacerlo. El libro se publicó en el 2000 y hasta ahora ha tenido nueve ediciones, a una por año. Se ha convertido es un libro de referencia y la verdad es que se lee del tirón. El título toma el nombre de Bartleby, un oficinista de un relato de Melville al que cuando se le encargaba un trabajo o se le pedía que contara algo sobre su vida contestaba siempre: preferiría no hacerlo.