domingo, 30 de mayo de 2010

Carmina Burana 2

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El año pasado particié por primera vez en concierto participativo de Carmina Burana organizado por la Fundación La Caixa. Fué algo extraordinario y novedoso. Después en diciembre canté El Mesías de la misma forma. Ahora me he vuelto a apuntar al Carmina Burana y este fin de semana después de unos días de ensayo lo hemos vuelto a cantar. Ha sido una experiencia estupenda hacerlo por segunda vez, pero a nivel del blog no me ha parecido conveniente hacer un seguimiento exhaustivo como en las dos conciertos anteriores. La razón es que aunque la experiencia ha sido extraordinaria de nuevo, la forma y el proceso se han repetido en los mismos lugares aunque con otras personas en la dirección y por eso me parecía que hacer entradas como la otra vez iban a ser demasiado parecidas por los lugares y las sensaciones vividas que de alguna manera se repetían. Aunque tengo que decir que esa repetición es parte del interés que he tenido este año en hacerlo y lo que puede que me haga volverlo a hacer en más ocasiones. Saberse mejor la partitura (casi de memoria que es lo suyo) volver a ver a gente con la que  hice amistad  la vez anterior hace que la forma de vivir la experiencia sea distinta y aunque la capacidad de sorpresa se reduzca sin embargo la comodidad que se siente estando más seguro en todo el proceso hace que el disfrute sea muy grande.
Este año en los ensayos el director preparador ha sido Alfred Cañamero.


Con una sólida formación y una reconocida trayectoria, Alfred Cañamero, hoy considerado como uno de los directores corales catalanes más representativos de su generación, es actualmente director titular de la Coral Mixta de Igualada, director de concierto de la Cobla La Principal del Llobregat, y director pedagógico del Curso de Dirección Coral de Bellaterra, así como director artístico y musical del «Orfeó de Sants» barcelonés y de su Escuela Coral.
Alfred desde el principio se hizo con la gente. Con una  mezcla de rigor y simpatía dirigía a trescientas personas como si fuera un solo instrumento. Fué increíble verle trabajar, ver como dominaba la situación. Clases magistrales, no sólo de canto sino de lenguaje musical, expresión corporal, relajación... y con un humor catalán del bueno. Un gustazo.




El día del preensayo general apareció Rumon Gamba. Tango que decir que debido a mi incultura musical y a no haber investigado antes sobre su persona pensé que este director era también catalán. Cuando llegó acompañado de la simpática intérprete que viene siempre a acompañar a los directores extranjeros ya claro ví que se trataba de alguien que hablaba inglés.
Rumon Gamba es un músico británico director titutar de la Sinfónica de Islandia y ha grabado montones de discos con la BBC de música de películas además de dirigir a las principales orquestas del mundo (España, Japón, Alemania) y ser nominado para un premio Grammy.
Su aspecto (pantalón y polo beige) le confundía al principio con cualquiera del coro. Chapurreaba el español y se metió al coro en el bolsillo aproximadamente en cinco minutos. Lo que tardó en ponerse a sudar como un cosaco ya que no paraba de moverse e incluso de dar saltos. Cambió casi todas las cosas que había marcado Alfred (hay que tener flexibilidad) y conducía la obra a toda pastilla. Pasó la obra casi del tirón, hizo correcciones y liquidó el tema profesionalmente. Rápido y limpio. Todos a casa que era ya muy tarde.





Espectacular los conciertos, el director un crack, los compañeros de coro estupendos, de nuevo una experiencia extraordinaria. Ya estoy apuntado para el próximo Mesías, para el Requien de Verdi... esto no para.








viernes, 28 de mayo de 2010

Por fin llega a España

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Por fin llega a España lo que tanto estábamos esperando, el book.




Hoy viernes comienza la feria del libro de madrid.

domingo, 23 de mayo de 2010

domingo, 16 de mayo de 2010

Escuela de Vida

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Hace algunos domingos la lectura de El País resultó ser contradictoria. Por un lado la columna de Rosa Montero hablaba de estudios realizados recientemente por diversas organizaciones y universidades -eso parece ser  que siempre avala cualquier cosa- en los que se demostraba que el error o el fracaso -esa palabreja que siempre queremos evitar- no sirve como en principio se ha pensado para enmendarse, corregirse o mejorar como persona. Lástima oir esto los que tantos errores hemos cometido  y sólo nos quedaba la ilusión de que igual éramos algo más sabios. Pues parece ser que no. Todo esto vine a cuento de que en Londres se ha abierto lo que llaman una Escuela de la Vida, un lugar donde parece ser que enseñan a vivir y a afiazar el placer de cultivar la mente.



Aprender, debatir ideas, reflexionar -en suma, cultivar la mente- se afianzan como la nueva tendencia de moda entre las clases urbanitas de un Londres que ha vivido mejores tiempos económicos. Aunque la curiosidad intelectual no sea afortunadamente patrimonio de épocas, sí se presenta en pleno clima de recesión como el mejor antídoto frente al frenesí consumista que tuvo su pico en los noventa para acabar estrellándose contra las incertidumbres del nuevo siglo. "Antes trabajaba y socializaba, pero no me paraba a pensar. Cuando me cansé de consumir productos y servicios, empecé a consumir experiencias", explica Michelle, una asesora financiera de 32 años, sobre su decisión de apuntarse a la Escuela de la Vida (The School of Life) con el objetivo de expandir sus horizontes sin que el talonario fuera el requisito indispensable.



El atípico centro propone encarar el día a día de manera reflexiva. En las clases se asesora sobre lecturas y contra el consumismo. Ubicado en el barrio literario de Bloomsbury, el centro está orientado a mejorar la calidad de vida de sus alumnos, la mayoría profesionales urbanos entre los 20 y los 40 años, a ayudarles a buscar un enfoque más constructivo de su existencia y a afrontar cuestiones tanto tiempo aparcadas, como la insatisfacción laboral o los retos que entrañan las relaciones personales o la vida familiar. Y, sobre todo, a poner a trabajar el intelecto con vistas a la propia recreación.


Lecciones y conferencias sobre literatura, arte o filosofía, a cargo de figuras destacadas en esos campos, sazonan el menú que oferta esta suerte de escuela-librería: cursos de seis semanas sobre materias diversas, sesiones dominicales en las que se charla sobre la humildad, la envidia, el riesgo o el adulterio y salidas en grupo a restaurantes para perfilar el arte de la conversación inteligente.


Quienes han bautizado la iniciativa con la expresión anglosajona the new black, algo así como el nuevo chic, se refieren al éxito de convocatoria desde que la Escuela de la Vida se estrenara dos años atrás. De hecho, abría sus puertas el mismo día en que se confirmaba el colapso financiero del banco inversor Lehman Brothers al otro lado del Atlántico, un augurio de la negra etapa financiera que estaba por venir y de su profundo impacto social.
Los estudios psicológicos insisten ahora más que nunca en que dedicar parte de nuestro tiempo al mero placer de pensar en ideas o propósitos es esencial para llevar una vida feliz. Algunos detectan un cierto hartazgo en el afán compulsivo de comprar, aunque, para el grueso de los mortales, simplemente éste ya no está al alcance del bolsillo.
La atípica escuela londinense propone encarar nuestra vida de una forma diferente y a buscar la verdadera sustancia, en una sociedad obsesionada con la cultura del famoseo y con el placer efímero de, por ejemplo, adquirir el último bolso de moda que cotiza a precios astronómicos.
-Previo desembolso de una media de 195 libras (es decir, unos 223 euros por un curso de mes y medio de duración), los estudiantes se emplean a fondo en el debate sobre las ansiedades que provoca la vida moderna -el trabajo y el amor son los temas más recurrentes- o se dejan asesorar sobre las mejores lecturas y exposiciones de la actual oferta cultural. "La Escuela de la Vida está abierta a todos aquellos que buscan la aventura intelectual y personal", reza uno de los lemas de este centro fraguado por Sophie Howard, antigua responsable de exposiciones en la Tate Modern que ha contado con el apoyo de nombres de las letras, de las artes visuales, de polemistas y firmas del periodismo.
Que millones de personas sigan online los debates sobre el mundo de hoy que proponen grupos como el estadounidense TED, en un arco más modesto, o el británico Intelligence2, vienen a confirmar esa tendencia en boga. "¿Necesitas engrasar tu faceta intelectual? Apúntate al Book Slam", reza también la promoción de uno de los clubes más solicitados de la noche londinense. En este local las actuaciones musicales se simultanean sobre el escenario con la participación de novelistas tan populares como Nick Hornby, Monica Ali o Irving Welsh. El conocimiento, en definitiva, es ahora el poder.

domingo, 2 de mayo de 2010

Días de Vino y Libros

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Prefiero desde hace muchos años leer biografías a libros de ficción. Tuve una época hace años en que sí leía libros con historias ficcionadas por una razón más práctica que otra cosa. Buscaba argumentos para una posible película. Cuando el cine español no hacía más que mirarse el ombligo con el llamado cine de autor otros países -sobre todo Estados Unidos y el Reino Unido- buscaban en la novelas la fuente de buenos argumentos sobre los que trabajar posteriores guiones. Así lo pensaba yo y  así  lo intenté, pero no era quizá el momento, un momento que ha llegado mucho después y ahora es práctica habitual la compra de derechos de autor para realizar lo que se espera una buena película, un ejemplo reciente sería Celda 211
A decir verdad sí lo hice en el único cortometraje profesional que dirigí hace ya muchos años. Conseguí que el entonces ya consagrado autor Jose Maria Merino me cediera una de sus historias para realizar el cortometraje Fuera de Lugar. En una presentación del corto en la desaparecida libreria Crisol compartí mesa con Merino, Gutierrez Aragón y precisamente Juan Cruz. Yo ya sabía de él, de la importancia de su lugar en el mundo editorial y al terminar la presentación le pregunté si sabía como estaban los derechos de un cuento publicado por entonces y sobre el que yo tenía la intención de hacer un guión. Cruz me dijo: esa historia tiene muchos novios. Yo que tú me olvidaba.  Así lo hice decepcionado y algún tiempo después me resistía a ver una película de éxito titulada La Lengua de las Mariposas.
Todo esto para introducir la lectura que con avidez he realizado del libro de Juan Cruz, sabiendo que todo lo que hay en él, aunque pueda en algún momento estar tamizado -como todos los recuerdos- pertenece al mundo de lo real y como he dicho al principio eso me interesa mucho.
Según decía García Márquez ahora se muere gente que antes no se moría. En este libro aparecen una gran lista de gente del mundo de las letras, algunas vivas o muchas otras no. La lista es larga: Cela, Unbral, el citado García Márquez, Cabrera Infante, Borges, Bowles, Cortázar, Benet, Rafael Azcona, Francisco Ayala y muchos más. Todo el libro está lleno de anécdotas, más o menos veladas y desde luego narradas suavemente, es decir sin caer en la tentación de lo crudo y más fácil que sería entrar en lo más escabroso y llamativo. Todos los comentarios son hechos desde una cierta ternura aunque también con cierta claridad para relatar por ejemplo algo que me sugirió el título de este post, el vino, el alcohol en general tan presente como cuenta Cruz en la vida de al menos casi todos los escritores con los que él se relacionó. Interminables sobremesas que se unían con cenas que se unían con largas noches de copas que a más de uno les pasó factura. Curioso la relación que ha habido durante mucho tiempo entre alcohol, tabaco y demás drogras con los mundos literarios, cinematográficos o de creación en general. En muchos de estos encuentros alcohólicos es donde centra Juan Cruz muchas de las historias con los personajes que ha tenido la suerte -creo yo- de poder relacionarse, aunque como él cuenta también en el libro el trato con los artistas no siempre es fácil.  Entresijos del mundo cultural, retratos de la fragilidad o aparente dureza de algunos de ellos, de su humanidad. El libro sabe a poco y se intuye que el autor tiene historias como para uno o dos tomos más, no sé si lo hará, pero se ve claramente también que calla más de lo que cuenta y aunque estemos viendo cada vez más como sobre todo en la televisión se utiliza la intimidad para hacer basura, se agradece que este libro sea justo lo contrario en versión libro. Calma la necesidad de saber cosas sobre personas que a mí me parecen importantes en el mundo de la cultura, pero con estilo, mesura e interés. Cuando era joven el autor escribió en una puerta un poema que su madre le mandó quitar, pero aunque lo intentó no se borró del todo, ni de la puerta ni de su vida.


If (si)

" Si puedes mantener intacta tu firmeza
cuando todos vacilan a tu alrededor
Si cuando todos dudan, fías en tu valor
y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza

Si sabes esperar y a tu afán poner brida
O blanco de mentiras esgrimir la verdad
O siendo odiado, al odio no le das cabida
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad

Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey
Si piensas y el pensar no mengua tus ardores
Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley
y los tratas lo mismo como dos impostores.

Si puedes soportan que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados.
O mirar hecha trizas tu adora quimera
y tornar a forjarla con útiles mellados.

Si todas tu ganancias poniendo en un montón
las arriesgas osado en un golpe de azar
y las pierdes, y luego con bravo corazón
sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar.

Si puedes mantener en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlo cuando en ti todo flaquea
menos la voluntad que te dice adelante.

Si entre la turba das a la virtud abrigo
Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo
Si marchando con reyes del orgullo has triunfado
Si eres bueno con todos pero no demasiado

Y si puedes llenar el preciso minuto
en sesenta segundos de un esfuerzo supremo
tuya es la tierra y todo lo que en ella habita
y lo que es más serás hombre hijo mío..

  
Rudyard Kipling