domingo, 1 de junio de 2008

Libros sobre libros


fotografía de la serie libros de próxima publicación en el blog


Al igual que ver una película que trata sobre el ambiente de rodaje de un film (Bowfinger, el pícaro, Frank Oz 1999, Ed Wood de Tim Burton (1994) o RKO 281 (Benjamin Ross, 1999) me resulta raro y sobre todo muy interesante leer un libro que hable sobre libros. Pero no desde el punto de vista literario o histórico, de los que sin duda debe haber muchos, sino desde el punto de vista del libro como objeto, objeto de culto y de coleccionismo. De estos creo que hay muchos menos. Porque claro, el libro no sólo es el contenido. El exterior, la forma, la textura... también es muy importante. El grosor del papel... El tacto hace lo suyo si la edición tiene un buen material y las fotos, los dibujos, la tipografía... Estoy a favor del futuro libro electrónico, pienso que será estupendo leer en una especie de PDA grande, pasar las hojas rozando la pantalla con el dedo o consultar por internet alguna palabra en un diccionario virtual. Escuchar música a la vez y almacenarlos en carpetas por estilos o autores y borrar -tan fácilmente- un libro que ha sido un tostón y que no ocupará nunca espacio en nuestra biblioteca ya abarrotada de libros.

En este sentido voy a comentar dos libros de mi biblioteca que tratan sobre este asunto. El primero se titula Ex Libris (que significa en latín el libro de y también da nombre al sello que los bibliófilos le ponen a sus libros más preciados para identificar que son de su propiedad).






En este libro la autora trata de forma muy amable la manera que tiene ella de comprarlos, de donde y cómo leerlos y de como tratarlos. Cuenta historias de personajes históricos relacionadas con los libros y también anécdotas propias y divertidas historias de su familia. De pequeña jugaba a construcciones con los volúmenes de la biblioteca paterna y cuenta que sólo se consideró verdaderamente ligada por el vínculo matrimonial cuando su marido y ella consiguieron por fin idear un sistema para unir sus respectivas bibliotecas. La autora habla sobre el arte de las dedicatorias, los perversos placeres de la búsqueda de erratas, los encantos de las palabras largas y las satisfacciones de la lectura en voz alta. Este libro es imprescindible para los que aman los libros. Está publicado por Alba Editorial en el año 2000.


El segundo libro es una pequeña delicia llamado La Biblia de los Bibliófilos editado por Ediciones La Imprenta también en el año 2000.






Este librito de tan solo 53 páginas y una cuidadísima edición estilo fascímil se cuentan los preceptos para ser un buen bibliófilo. Está escrito por el antiguo director de la biblioteca nacional de Lisboa, Xavier da Cunha, publicado en Coimbra en 1911. Tiene unas preciosas ilustraciones y sobre todo, con mucho y sensible humor treinta preceptos con titulares -y que desarrolla después- como los que siguen: No leer en la cama, según él la cama está hecha para dormir y no para leer. No doblar las puntas de las hojas, cosa de muy mal gusto y el libro no merece tal castigo. No mojar las puntas de los dedos para dar más facilmente la vuelta a las hojas, una húmeda y antihigiénica costumbre. No leer comiendo, se pueden manchar... no prestar libros a nadie, no leer sosteniendo el libro por las tapas, no estornudar sobre el libro... En fín una delicia de libro que solo cuesta 9 euros y que se compra en una maravillosa tienda-imprenta-ediorial que combina el aire clásico con los mac´s con los que trabajan a la vista de todos. Está en la calle Santa María de Madrid. La foto que abre esta entrada pertenece a la serie Libros, que publicaré pronto en este blog. Saludos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

MUY INTERESANTES...SEGUIRE SU PISTA PARA COMPRARLOS...

Charo dijo...

Lo de no prestar los libros supongo que será por lo de no perder el libro y al "amigo" que no te lo devuelve, pero si se es fiel en devolver los libros prestados es una costumbre estupenda, pues te permite leer por encima de tus posiblidades económicas, ya que por desgracia el libro hoy en día sigue siendo artículo de lujo, por el precio y por el "aprecio", más caro que los CDs de música o de películas y por el poco aprecio que aún se tiene a la lectura en comparación con la "imagen" ya sea de TV, video o videojuegos, a pesar de que haya mucha más gente que lee hoy en día que comparado con otras decadas pasadas.
Yo me cuento entre los que conservan la sana costumbre de prestar libros (a personas que sé que me los devuelven, claro) y también devolver los que me prestan.