domingo, 13 de junio de 2010

I believe in Lost


   Voy corriendo por un camino que va de Algete a Daganzo, son las nueve de la mañana y comienza a hacer calor. Veo que de entre los matorrales sale una liebre y se para delante de mí. Yo me paro, ella me mira y yo a ella, comienzo de nuevo a correr y ella se vuelve a meter entre los matorrales. Sigo corriendo, no puedo con mi alma. Cargo con varios kilos de más y no estoy en buena forma. El paisaje es árido y seco, nada que ver con una frodosa isla. Por mi cascos suena la música de Hooverfonic, en algún momento algo misteriosa. Me cruzo con un señor calvo con mochila, me sonríe al pasar. También veo a una chica enbarazada con un perro color canela. Meto la cabeza debajo de una fuente no vaya a ser que se me halla ido la cabeza. Tan solo hace veinticuatro horas que he visto el último capítulo de Lost.

   Hace ya seis temporadas que comencé a ver Lost. Ahora la vida, el tiempo, no se mide por años o meses sino por temporadas ¿en qué temporada vives? pues yo estoy terminando mi tercera temporada de Lost, la quinta de Los Soprano y la cuarta de Medium. Ah, pues yo... Nuestra vida en temporadas de series.
   Lo que comenzó como una serie de puro entretenimiento -alguien fué pasando por el trabajo el pack de deuvedés de la primera temporada- ha terminado siendo algo mucho más complejo, desconcertante y finalmente satisfactorio. Al principio la sorpresa del accidente, los primeros esbozos de como eran los personajes, elementos extraños en la isla, la cosa se fué complicando, pero seguía el divertimento. En la quinta temporada fué cuando realmente empezó a circular la idea de que los guionistas bebían y fumaban porros más de la cuenta mientras escribían, ya que ocurrían cosas demasiado extrañas y sobre todo que no se comprendían, al menos yo. Bien es verdad que no puedo entrar en grandes detalles porque así a pelo no recuerdo demasiadas acontecimientos pasados en la serie; otra cosa es ponerse a hablar con personas que también la han visto y empezar  a recordar... empezar a recordar... comprenderlo todo. Como lo he comprendido todo en el último capítulo. Está bien claro -nos desvelaré el final por supuesto- pero está bien claro. Lo que se me aclara además de casi todas las historias y el porqué de casi todo es que Lost no es una serie cualquiera, yo diría que no es una serie, sino una secta, una religión, se cree o no se cree en Lost, si se tiene fe no hay porqué entenderlo todo. Aunque como en cualquier religión también se pueda creer solo un poco o ser un fanático.  Lost es una historia en la que hay que creer. Yo reconozco que hacia la mitad de la quinta temporada me alejé un poco de la luz pero al final he vuelto al redil. Me he vuelto creyente, el más creyente. Lloré en el último capítulo, lo comprendí todo y dije así será.
   He vuelto a salir a correr por el mismo camino que el otro día y ya no he visto osos, humo ni he oído ruidos extraños. Creo que tendré que comenzar a ver de nuevo Lost.







3 comentarios:

Charo dijo...

Me has hecho reír :-) por el buen humor de tus comentarios y he de confesar que yo también me emocioné al final, seguro que la volveré a ver.

Besos

Charo dijo...

Me gusta el nuevo diseño del blog, resulta cálido y acogedor

Charo dijo...

Me sigue gustando el nuevo diseño "oscuro" del blog, este es sin duda mucho más moderno y felicidades por los regalos musicales.